martes, 26 de noviembre de 2013

Evolución de Yuuki en epílogo de Vampire Knight de Hino Matsuri.



        Hace dos meses se supo que habría un epílogo del manga de Vampire Knight. Hubo muchas teorías sobre qué plantearía –un spin-off sobre cómo vivieron Yuuki y Zero, cuáles serían los nombres de sus hijos, si se sabría sobre la desaparición de los vampiros y humanos, si Yuuki echó de menos a Kaname…-, pero cuando fue traducido y difundido por internet, muchas dudas se respondieron, pero con un sinnúmero de implícitos en diálogos e imágenes.

        Ante todo, ¿qué es un implícito y qué tanto influye en una obra? Ducrot lo explica así: lo explícito es lo expresado, lo dado a conocer, lo manifiesto por el discurso, es decir, utilizando el código –o sistema de signos cultural- de una lengua. Lo implícito es un significado “sobreañadido a otro significado literal”; es aquella información proporcionada de cierto modo que permite negar la responsabilidad de su enunciación; negación originada, como una necesidad (…)

        Ducort también afirma que hay dos tipos de implícitos: el del enunciado –dado en su organización y necesario para su coherencia-, y el sobreentendido del discurso –exterior a la significación del enunciado-. El primero se basa en el contenido del mismo implícito, y consiste en presentar un hecho distinto para que aparezca como causa o consecuencia necesaria para del hecho que se quiere dar a entender. (…) El segundo, por su parte, cuestiona el hecho de la enunciación y se basa en ella. (…) No es, como en el anterior, prolongación o complemento de lo explícito, sino condición de existencia del acto de comunicación (…) sometido a condiciones que permitan hacerlo de una y no de otra manera (Beristáin, 2006: 110-111).

        En el caso de Vampire Knight –concretamente el capítulo final y el epílogo- existen implícitos del enunciado en imágenes y aquéllos sobreentendidos del discurso. Para entender cuál fue el plan de Kuran Yuuki sobre el despertar del Rey de los Vampiros como un ser humano –Kaname-, necesitamos identificar las interpretaciones que el manga nos presenta, pues está diseñado para que el lector se genere toda verdad que le acomode. He aquí la nuestra siendo uno:

        El epílogo –también conocido como Vida o La sangrienta leyenda del destino- se divide en dos partes: la visión de Sayori como implícitos sobreentendidos en su discurso por un lado, y la de Zero como enunciados en imágenes por el otro: 

        En los implícitos sobreentendidos del discurso, Sayori cuenta cómo su padre la usaba como otra pieza de ajedrez con fines políticos y que se hizo retraída por eso; también cómo aquél le ordenó hacerse amiga de Yuuki, y cómo intentó distanciarse de ella. Sayori igualmente narra cómo se impresionó de Yuuki cuando ésta le describió al padre como “una persona tan buena”, y aunque supuso que “era algo tontita”, terminó aceptándola, no para complacer a su progenitor ni para calmar a Kaier –el padre adoptivo de Yuuki-, sino porque “le causaba curiosidad saber el por qué una chica tan común como ella no tuviera tantos amigos”

        Siguiendo con el flashback y otros implícitos sobreentendidos, Sayori describe que “supo” el misterio sobre Yuuki “cuando la respuesta apareció tranquilamente ante ella” sin saber nada sobre los vampiros –Kaname-: para ella, conocerlo le dio la sensación de ser similar a su padre por ser alguien que siempre planeaba algo, y luego que se topó con el “amigo” de Yuuki –Zero-, intuyó que el último miraba tanto a Kaname como a Yuuki “con una expresión preocupada y ojos que dejaban ver una mezcla de emociones”, y aunque no fuera un movimiento cuidadoso de su parte, quería ver cómo resultaría ver la relación de esos tres al final. Luego, en un flashforward, los mismos implícitos se esclarecen cuando el manga ilustra su impresión al ver a un Kaname preservado en hielo, a una Yuuki vampírica esperando un hijo de éste, y a un Zero compadeciéndose de ella:

Sayori descubre embarazo de Yuuki y reacción de Zero (ep.: 19)



       Sabemos que dos meses después de iniciada la II Guerra Humano/Vampírica, Sayori atestiguó cómo Yuuki no se separaba de Kaname, y cómo Zero la convenció de acompañarla el resto de su vida a lado del niño sangrepura por nacer. También que dejó la Academia Cross porque Ruka –una de las vampiras nobles y ahora dirigente del Dormitorio de la Luna- le explicó que cuando una vampira está embarazada sufre de “doble sed” y se vuelve muy peligrosa para las personas a su alrededor. 

        El manga nuevamente recurre a un flashforward de cuatro años hacia el futuro y a nuevos implícitos sobreentendidos de Sayori para contar cómo fue su con los demás vampiros neutrales al conflicto, ahora como adulta: en ellos se ve cómo les conjetura a Ruka, Seiren, Aidou, Takuma, Kain, Rima y Senri que el aislamiento de Yuuki se debió a que “desconocía cómo actuar ante Zero”, e igualmente cómo el repentino retorno de Zero “buscando ser ruidoso de vez en cuando” confirma su teoría, cuando Yuuki igualmente reaparece con su Hija Sangrepura recién nacida:  


Suposiciones confirmadas de Sayori adulta (ep.: 21-23)

         En la última parte de Sayori sigue un tercer flashforward de cincuenta años con un implícito del enunciado en imagen, inicialmente engañoso: dos niñas al lado del personaje. Como en Vampire Knight los vampiros poseían lo que connotaríamos Juventud Eterna Relativa –no envejecían físicamente pero eran longevos según su nivel-, la aparición de éstas en casa de la Sayori envejecida y Zero a su lado daban la impresión de “querer contrastar la existencia vampírica de la humana”. Sin embargo, al leer los implícitos sobrentendidos de Sayori y Zero nos avisa que tal significado puede ser desinformativo: la escena trata el problema del mañana ideal y la aceptación del devenir de la vida, y espera que el lector lo note: 


            En las imágenes se aprecia que el rostro de Zero no aparece para connotar su intento por reprimir su tristeza: para él, el tiempo de Yuuki se había detenido porque “incluso antes de su nacimiento, ella siempre estuvo atada a ese hombre”; Sayori, no obstante, opinaba lo contrario: por su experiencia con su padre, intuía correctamente que Yuuki deseaba liberarse de su apego ideológico hacia Kaname para vivir feliz al lado de Zero. La anciana se lo recalca al confesarle que mientras miraba “pensando que mañana o quizá el año que viniese recibiese una invitación de boda de cierto par de personas”, fue con el fin de ver que Zero disfrutase su tiempo limitado de existencia con Yuuki –el manga hasta lo recalca al ocultarle la mirada de Sayori, como símbolo de su deseo de esperanza hasta el final-.

        Antes de seguir, reflexionemos cuidadosamente esto: ¿Qué importancia tiene aquí los implícitos sobreentendidos de Sayori? Para que el lector confirme o refute luego su postura sobre si Yuuki maduró o no antes de inmolarse. Todo ellos son marcas semánticas; una semiótica que ella concebía como manifestaciones culturales como actos de su propio lenguaje sobre la vida (Martínez, 2009: 410).  Por comparar la conducta convenenciera de Kaname con la de su padre y la suya con la de Yuuki, Sayori creyó que todos tenían un destino inamovible “en el nombre de alguna virtud”; pero viendo cómo su amiga se apartó del mundo y de su mesianismo impuesto para vivir feliz junto con Zero e Hija Sangrepura, aceptó que podía cambiar su destino sin importar que su padre intentara impedirlo “en el nombre de la paz”. En la escena de su entierro sabemos que lo puso en práctica, cuando el manga develó que ella y Aidou se casaron y que tuvieron Dos Hijas Híbridas; incluso sabemos qué fue de él cuando Zero narra su punto de vista:


Aidou al lado de sus Hijas Híbridas (ep.: 30-31)


        Ahora por medio de implícitos del enunciado como imágenes –las dos páginas sobre este párrafo y de boca del mismo Aidou-, sabemos que Sayori eligió permanecer al lado de él como humana y no convertirse en vampira sin importar las muchas veces que éste intentó convencerla. Aquí no sólo vemos cómo se lamentó no haber terminado a tiempo su investigación de la “cura” para convertir vampiros en humanos para envejecer con ella hasta el final, sino también cómo “educó” a sus Hijas Híbridas que no envejecían al mismo nivel de su madre, a la que llamaban “su abuela”. En este punto, el epílogo muestra otros dos implícitos igualmente relevantes: desde el inicio de la II Guerra Humano/Vampírica, los humanos neurales ya habían derogado la impunidad de los cazadores al matar vampiros y más si eran humanos voluntariamente convertidos, y los vampiros neutrales ya habían permitido la existencia de Seres Híbridos suprimiendo la importancia de vínculos de sangre entre ellos. Ya no permitían que los antagonistas ideológicos fomentados por los cazadores fundamentalistas en forma de Dictadura Perfecta ni el de los sangrespuras independentistas como Culto a la Personalidad les impusieran su estilo de vida “en el nombre de tal o cual pseudovirtud”.

        En ese sentido, el epílogo de Vampire Knight ya establece que el retiro de Yuuki y Zero logró sus frutos, pero a su vez desentraña las posibles consecuencias que causó: un último ataque a la Academia Cross y sus alrededores por la constante distribución neutral del 2º Metal-Madre; resguardar el cuerpo congelado de Kaname; y que existía una Hija Sangrepura donde yacían Yuuki y Zero:

Ruinas de la Academia Cross (cp. 93: 48-49)




        Aunque ningún capítulo dijo “quiénes atacaron o cuándo”, el hecho que el horno, Kaname mismo y su Hija Sangrepura siguiesen existiendo luego de 945 años demostró que la II Guerra Humano/Vampírica terminó con la derrota decisiva de los cazadores fundamentalistas y sangrespuras independentistas; ya sea porque se desgastaron con el paso de los siglos, o porque los integrantes que quedaban fueron hipotéticamente aplacados por Yuuki y Zero con auxilio de los vampiros y humanos neutrales. Sea como haya sido, la información manifestada en el epílogo como implícitos enunciados en imágenes nos dice que los antagonistas ideológicos de Yuuki y Zero finalmente fueron aniquilados, salvo uno personal aún vivo en ellos cuando murió Sayori: el dolor y el arrepentimiento.
 

      En la segunda parte de La sangrienta leyenda del destino, Yuuki todavía no se adaptaba a su inmortal existencia como sangrepura, mientras Zero ya mostraba signos de arrepentimiento por haberse dejado llevar por sus emociones y su desaparecido odio a los vampiros. Pese a que la primera hacía lo posible por derrotar su sufrimiento, el segundo maldecía haber seguido un destino que creyó irreversible. Si unimos el sentido de los implícitos sobreentendidos de la Sayori anciana con los enunciados en imágenes hechos por Zero cuando se marchó de proceso fúnebre con Yuuki, reconoceremos un juicio semiótico bastante peculiar que predica un contenido determinado (…) atribuido a un código igualmente preestablecido (Eco, 2006: 238): Zero confirmó por boca de Sayori que su tardío cambio de destino de estar al lado de Yuuki todavía le permitiría ser feliz, tal y como le pasó a ella cuando se unió con Aidou medio siglo antes. De ahí porqué el Caballero Vampiro de Yuuki decidió finalmente confesarle sus sentimientos sin guardarle las cosas: para librarse tanto de su antagonista ideológico como del de ella: 



La catarsis de Zero y Yuuki (ep: 39)

        El punto final del epílogo es uno de los más impresionantes porque definitivamente responde a dos de tres preguntas capitales: ¿Yuuki se generó una meta real 945 después tras evolucionar y sacrificarse para despertar al Kaname “humanizado”?, ¿El mundo quedó poblado por Híbridos Vampírico/Humanos cuando surgió El Nuevo Edén? La respuesta es sí: en el capítulo final vimos que Yuuki estaba libre de dolor al presenciar la tumba de Zero, indicando que todas sus amistades conocidas igualmente habían muerto por causas naturales o por usar la humanización vampírica; signo inequívoco de que logró madurar y que se volvió un ejemplo a seguir para sus hijos y para aquellas o aquellos mestizos que poblaban el planeta, incluso las hijas de Sayori y Aidou dondequiera que estuviesen: Yuuki Se había convertido en su reina simbólica. 

        Respecto a la última pregunta –¿cuál fue el mensaje que su Hija Sangrepura y su Hijo Híbrido por parte de Zero transmitieron a Kaname cuando despertó?-, ésta sólo tiene respuesta en el desenlace del epílogo: en su último flashforward y con implícitos enunciados en imágenes apreciamos que Zero se ha liberado del sello de su cuello como signo de total autoredención a su persona, y como prueba de ello ha tenido un sueño lúcido y premonitorio que consolidará tal hecho: reencarnará como la Nieta del Kaname “humanizado”; será la Hija Mestiza de la Hija Sangrepura, resultado de su unión con su Hermanastro Híbrido que nació de la relación que Zero sostuvo con Yuuki: él reemergerá reconciliada con Kaname en el Nuevo Edén: 


       Como hemos visto, Vampire Knight respondió a muchas de las dudas, especialmente si Kuran Yuuki cambió y evolucionó. Lejos de volverse un personaje trágico, Kuran Yuuki efectivamente tuvo su transformación como heroína en la trama. Para ella, “el final de su vida” significó más una apoteosis personal que una inmadura autodestrucción a su ser porque miró con compasión a todas sus creaturas sensibles que sufrieron los males de su existencia. Con su “desaparición” abrió sus bendiciones a los simples y a los sabios, porque detrás de su palabra y acciones ahora existe la más profunda intuición, redentora y sontenedora del mundo (Campbell, 2010: 139-141): un Nuevo Edén libre de prejuicios y guerras el cual pudiesen compartir un Kaname “humanizado”, un Zero reencarnado al lado de su Madre Sangrepura y Padre Híbrido y un sinnúmero de iguales como ellas y ellos. Con ello la última imagen implícita de la mariposa sobrevolando aquél paraíso simbolizó algo más allá que la presencia omnipresente que dejó Yuuki de sí misma: la importancia del perdón, la interacción y el respeto mutuo en el devenir de la vida.





BIBLIOGRAFÍA
Beristáin, Helena. (2004). Diccionario de retórica y poética. México: Porrúa
Campbell, Joseph. (2010). El héroe de las mil caras: psicoanálisis del mito (26-229). México: FCE.
Eco, Umberto. (2006), Tratado de semiótica general. (14ª ed., 15-259). Editorial Debols!llo.
Hino, Matsuri. (2007-2013) VampireKnight, en Menos FreeTime Fansub. Lady Virus, Darku, Luka Lavi (Trad.), Obtenido de fuente original el 24 de mayo de 2013, en: https://www.facebook.com/menosfreetime.fansub/media_set?set=a.473387459410973.1073741832.100002191690711&type=3
___________. (2007-2013) VampireKnight, en Menos FreeTime Fansub. Lady Virus, Darku, Luka Lavi (Trad.), Obtenido de fuente original el 12 de noviembre de 2013, en: https://www.facebook.com/menosfreetime.fansub/media_set?set=a.556332991116419.1073741854.100002191690711&type=3
Pérez Martínez, Herón. (2009) El Texto (409-440). Monterrey: FFyL de la UANL.